Así y todo, ante este complicado pero no por eso desesperanzado panorama, a varios jugadores parece ser que el mensaje no termina de llegarles de manera clara. Quizás se deba a que quienes deberían enunciárselo, llámese Horacio Daniel Usandizaga y su hijo Manuel (quizás, el más notorio y grotesco caso de nepotismo en la historia contemporánea de la ciudad), no dieron, en tres años de gestión, señales claras de haber entendido realmente qué significa conducir los destinos futbolísticos de Rosario Central.
Central empató con un Lanús irregular, impreciso, por momentos desordenados y, por sobre todas las cosas, mediocre a la hora de generar juego asociado. El local, envalentonado por su racha de cuatro victorias consecutivas, sólo mostró pinceladas de fútbol cuando la pelota pasó por los pies del tucumano Leandro Díaz. Después, más allá de la entrega de Pelletieri y algún remate aislado del paraguayo Salcedo, Lanús no se mostró superior en el juego cuando ambos equipos estaban con once jugadores.
Pero en el comienzo del segundo tiempo llegó la nota del día: Gervasio Daniel Núñez terminó de convencer al pueblo de Rosario Central de que no le importa un carajo el destino futbolístico del Nuestro. En una nueva muestra de su nulo profesionalismo, el Formoseño volvió a ver una tarjeta roja directa por haber agredido a un rival sin pelota (por segunda vez en el partido). Así, el carrilero izquierdo, que supo irse expulsado, riendo irónicamente en cancha de Racing cuando Central perdió 4 a 1 (SÍ, CUATRO A UNO CON RACING) en el Apertura 2008, dejó al equipo en inferioridad numérica durante 30 minutos y no podrá estar presente el domingo cuando Central reciba al club del Parque de la Independencia.
Estúpida e irresponsable actitud de un jugador que no debería seguir vistiendo la camiseta de Central si no demuestra un cambio drástico en su actitud y compromiso con la causa y el equipo. No es potestad nuestra juzgar a ningún jugador acerca de lo que hace o deja de hacer como persona en cuanto a su vida privada, pero cuando la pelotita empieza a correr adentro del campo de juego, todos los que entran a la cancha con la camiseta de Central son profesionales bien remunerados que se deben a los socios e hinchas que aportan a la causa. Golpear dos veces a dos rivales sin pelota en un momento y un lugar del campo de juego intrascendente con respecto al resultado del partido, es una irresponsabilidad que se contrasta con la enorme actitud y entrega de jugadores como Diego Braghieri y Hernán Galíndez: por mucho, las dos figuras de la cancha. En estas mismas horas en la que está siendo escrito este comentario, el zaguero está recibiendo tratamiento médico por los traumatismos que sufrió en su cabeza, yendo a buscar una pelota que llegó por el sector izquierdo de la cancha, cuando Central se defendía con diez.
El resto del partido sobra en este comentario. Central intentó, llegó, pateó al arco (ya va encontrándole el gusto a hacerlo cuando sale del Gigante de Arroyito) y hasta Zelaya tuvo una chance clara de gol, cuando se tiró de palomita a pocos metros del arco y el arquero pudo contener su remate; pero nada alcanzó para vulnerar a Lanús.
Central se trajo un punto del sur del Gran Buenos Aires. Jugó un fútbol ordenado, tal la consigna que parece dar Leonardo Carol Madelón, y por momentos inquietó a Agustín Marchesín, el arquero granate.
Ahora se viene el partido lugareño, ese que Central se cansó de ganar durante décadas enteras, tanto en Arroyito como en el estadio que está ubicado en los terrenos municipales. El partido en el cual recibimos a un rival al que le llevamos diez partidos de ventaja en el historial, ese que nunca nos pudo ganar por competiciones internacionales, ese al que dejamos segundos cuando volvimos de la B y su propio técnico lo bautizó PECHO FRÍO.
Ese al que dejamos afuera con gol del Aldo en el Nacional 71. Ese al que le inauguramos su cancha dándoles la vuelta en ese mismo campeonato. Ese al que dejamos afuera de la Libertadores 75. Ese al que dejamos afuera en la semifinal del Nacional del 80. Ese que festejó el subcampeonato de la temporada 86/87. Ese al que dejamos afuera en la Sudamericana 05. Ese mismo que se cansó de demostrar cuánto se acobardan sus jugadores e hinchas cuando tienen en frente la camiseta de Rosario Central.
A esos mismos amargos que les ganamos hasta con un gol de un jugador retirado, como Mario Alberto Kempes.
Con estas certidumbres como bandera y con el amor incondicional por estos dos colores como firme convicción, no esperamos del equipo otra cosa que una aplastante victoria ante la escuadra Sangre y Luto que dirige Boquita Sensini. Nosotros vamos a estar ahí para darles todo nuestro apoyo. Como siempre. Como nunca.
Síntesis
Lanús 0
1 Agustín Marchesín
25 Carlos Arce
23 Rodrigo Erramuspe
6 Jadson Viera
3 Maximiliano Velázquez
21 Marcos Aguirre
19 Guido Pizarro
8 Agustín Pelletieri
22 Nelson Carrasco
27 Leandro Díaz
14 Santiago Salcedo
DT: Luis Zubeldía
Suplentes: Mauricio Caranta, Hernán Grana, Carlos Quintana, Matías Fritzler, Eduardo Ledesma, Eric Aparicio, Gonzalo Castillejos
Rosario Central 0
12 Hernán Galíndez
8 Diego Chitzoff
2 Nahuel Valentini
6 Diego Braghieri
28 Santiago García
10 Jonatan Gómez
20 Matías Ballini
29 Mario Paglialunga
11 Gervasio Núñez
32 Adrian De León
17 Milton Caraglio
DT: Leonardo Madelón
Suplentes: Jorge Bava, Paul Ambrosi, Ignacio Bogino, Alexis Danelón, Martín Rivero, Emilio Zelaya, Marcos Figueroa
Cambios: 12'ST Emilio Zelaya por Adrian De León, 19'ST Gonzalo Castillejos por Nelson Carrasco, 27'ST Eric Aparicio por Leandro Díaz, 40'ST Martín Rivero por Jonatan Gómez, 43'ST Ignacio Bogino por Diego Braghieri
Amonestados: 9'PT Diego M. Chitzoff (RC), 38'PT Gervasio Núñez (RC), 17'ST Mario A. Paglialunga (RC)
Expulsados: 16'ST Gervasio Núñez (RC)
Estadio: Lanús
Árbitro: Gabriel Favale
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